Introducción
La Inteligencia Artificial (IA) ha tomado un papel protagónico en el mundo actual, transformando diversos sectores y modulando las interacciones diarias. A medida que se expande su uso, crece simultáneamente la necesidad de abordar las implicancias éticas relacionadas con su implementación y desarrollo.
¿Por qué es importante la ética en la IA?
La IA posee un poder transformador y disruptivo. Sin embargo, como con cualquier tecnología poderosa, su uso irresponsable o negligente puede conducir a resultados dañinos o injustos. Por lo tanto, resulta crucial abordar los desafíos éticos asociados a la IA y enfocar su desarrollo de una manera socialmente responsable. Por eso en ethical studio hemos creado el concepto eAI, bajo este paraguas hemos desarrollado una serie de herramientas como el ethical journey mapping.
Desafíos éticos en la IA
- Sesgo en los algoritmos de IA: La IA aprende de los datos que se le proporcionan. Si estos datos reflejan prejuicios humanos, los algoritmos de IA pueden perpetuar o incluso amplificar estos sesgos. La existencia de sesgos en la IA puede resultar en decisiones injustas, desde la selección de personal hasta el otorgamiento de créditos.
- Privacidad de los datos y la IA: La IA depende del procesamiento de grandes volúmenes de datos, a menudo personales. Esto plantea serios desafíos sobre cómo se recogen, almacenan y utilizan estos datos, protegiendo a la vez la privacidad y seguridad de los individuos.
- Responsabilidad y IA: A medida que las máquinas se vuelven más autónomas, determinar quién es responsable cuando las cosas salen mal se vuelve cada vez más complicado. ¿Es el desarrollador, el usuario, el propietario de los datos? La cuestión de la responsabilidad en la IA es compleja y aún está en debate.
Posibles soluciones y mejores prácticas para la ética en la IA
La IA ética implica un esfuerzo consciente para minimizar los sesgos, proteger la privacidad y asignar responsabilidades. Esto incluye el uso de técnicas para reducir los sesgos en los algoritmos, prácticas robustas de seguridad y privacidad de los datos, y la claridad en la asignación de responsabilidades. Varias organizaciones ya están liderando el camino, desarrollando y aplicando principios éticos en su trabajo con la IA.
OpenAI: OpenAI es una organización de investigación en IA que fue fundada con el objetivo explícito de garantizar que la IA se utilice en beneficio de toda la humanidad. OpenAI ha enfocado su investigación y políticas en torno a la seguridad, la amplia distribución de los beneficios y la cooperación a largo plazo.
Partnership on AI: Es una coalición de empresas de tecnología y organizaciones sin ánimo de lucro que trabajan juntas para establecer mejores prácticas en la investigación y aplicación de la IA. Los miembros incluyen empresas como Google, Facebook, Microsoft y Amazon, así como organizaciones sin fines de lucro como ACLU y la Human Rights Watch.
AI Now Institute: El AI Now Institute es una organización de investigación que se enfoca específicamente en los impactos sociales y éticos de la IA. Trabajan en temas que incluyen sesgo y justicia algorítmica, derechos laborales en la era de la IA, y la infraestructura y ecología de la IA.
DeepMind Ethics & Society: DeepMind, una subsidiaria de Alphabet, tiene un equipo dedicado llamado «Ethics & Society» que trabaja para guiar la aplicación ética de la IA. Han publicado trabajos de investigación sobre una serie de temas, incluyendo la privacidad y transparencia en la IA y la gobernanza de la IA.
Rol de los reguladores y legisladores
Los gobiernos y los organismos reguladores tienen un papel fundamental en la garantía de la ética en la IA. A través de regulaciones apropiadas, pueden fomentar el uso ético de la IA, mientras siguen promoviendo la innovación. A nivel global, varias jurisdicciones ya están trabajando en tales regulaciones, sentando las bases para una IA más ética.
La Comisión Europea ha tomado la delantera en la regulación de la IA. En abril de 2021, propuso nuevas regulaciones de IA que buscarían prohibir la IA de alto riesgo y clasificaría a los sistemas de IA de acuerdo a su nivel de riesgo. Estas regulaciones también requerirían transparencia en torno a cómo funcionan los sistemas de IA y cómo se toman las decisiones. Es una propuesta ambiciosa y se encuentra en proceso de discusión y aprobación.
Cuando se presentó la propuesta de reglamento en abril de 2021, las herramientas basadas en IA generativa no estaban tan desarrolladas y no eran conocidas por el público. La UE está a tiempo de incluirlas en la normativa antes de presentar la propuesta al Pleno, pero hay un riesgo elevado de que cuando entre en vigor, en 2025, la tecnología haya avanzado demasiado.
Ley de IA: Regular usos y no tecnologías. No se puede definir la tecnología como en una fotografía, ni describir un statu quo, porque la IA es dinámica. Existe un riesgo potencial de lanzar una ley que cuando entre en vigor esté ya obsoleta.
Conclusión
A medida que avanzamos hacia un futuro cada vez más moldeado por la IA, la ética debe estar en el centro de nuestro enfoque. Es imperativo que todos los actores, desde los desarrolladores y usuarios hasta los reguladores, adopten un enfoque consciente y deliberado para garantizar que la IA se utilice de una manera que sea beneficiosa para todos. La IA tiene un potencial enorme, pero solo lo realizaremos plenamente si nos comprometemos a usarla de manera ética. Esta es una de las razones por las que nace el movimiento ethical studio, para dotar de herramientas que ayuden a sensibilizar cualquier iniciativa y caminar hacia un mundo más justo y ético.